jueves, 28 de febrero de 2008

EL MANGA

Este estilo tuvo influencias del cómic europeo y, mucho después, del estadounidense. En el siglo XIX Charles Wirgman y George Bigot, críticos importantes de la época, crearon las bases del manga; al llegar el siglo XX, japoneses como Rakuten Kitazawa, Kiyochika Kayashi e Ippei Okomoto se encargaron de su evolución. En 1920 comenzaron a aparecer diversos géneros en la historieta japonesa (Ogon Bat fue el primer superhéroe del manga).
Durante la 2da. guerra mundial el manga (al igual que el cómic) se utilizó para elevar la moral de los soldados siendo así utilizado con fines propagandísticos; luego fue prohibido por las autoridades estadounidenses por considerarlo subversivo.
Al terminar la guerra y con la rendición de Japón, la gente buscó formas de entretenimiento que la alejara de esa realidad y es así como empezaron a tener mucha demanda los teatros ambulantes y las bibliotecas. Éstas, abarrotadas, empezaron a publicar mangas que inmediatamente tuvieron gran acogida (se publicaron en formato revista de 150 páginas con portadas en color rojo). Los mangakas de entonces no ganaban mucho con estas publicaciones, lo único que los alentaba a seguir adelante era el amor a su obra. Osamu Tezuka cambiaría de forma impensable la historia del manga aplicando un estilo cinematográfico, descomponiendo los movimientos en varias viñetas y colocando lenguajes sonoros como lenguaje visual independiente. En 1947 publica Astroboy entre otros mangas, para entonces todas las revistas eran infantiles y con un estilo caricaturesco y la gente veía que le faltaba algo a esas historias; a partir de ese entonces nació el Gekiga. Con un estilo más realista y detallado los mangakas se orientaron a temas para un público más adulto (terror, violencia, erotismo… y según supe el primer manga underground fue Garo en 1964).
El resurgimiento económico del Japón hizo que la gente clamara a gritos por el manga, tanto que las editoras tuvieron que cambiar su fechas de entrega (se publicaban de forma mensual, luego semanal), y así los mangakas pasaron a ganar un sueldo excesivamente millonario.
Ahora bien, el manga tenía que internacionalizarse y en 1988 Akira (de Katsuhiro Otomo) dio ese paso. Por ese tiempo Akira Toriyama (creador de Dragonball) causó una verdadera locura: en Estados Unidos y Europa, en especial España, su obra ocupó el primer puesto entre los comics más vendidos, y en Japón su tiraje aumentó a 6 millones de ejemplares por semana.
Y es así como el manga aún sigue hasta el día de hoy impresionando de una manera impensable, incluso editoras como Marvel contrata mangakas como Kia Asamiya (X-Men).
El manga es y será siempre un fenómeno incomparable que ha cambiado la vida de muchos (incluyendo la mía) y si bien existe el anime… no hay como una buena lectura de manga.

1 comentarios:

JorgeCP dijo...

Claro, los que somos defensores de la originalidad del maga maldeciremos este artículo.
Pero en sintesis (hable como en mi pasado de hace unos 4 años) el hecho de que haya tenido influencia o no extranjera, recordemos que los japoneses ya tienen antecedentes muy antiguos. Su princial forma de literatura era con dibujos, solo que el estilo era bien tradicional.
En cambio, con la invasión gringa tras la derrota en la II guerra M.lo unico que les quedó, tras mucho tiempo de aislamiento, tomar algunos rasgos de la cultura comequiana del mundo, Tezuka para uchos copió a Disney, lo cual es muy simplista ya que la expresión artistica de ellos siempre han sido los dibujos.
Entonces... fue una sincetismo, solo que las historias le dieron un tono muy distinto a los clasicos cuento de hadas que mostraba el ratón yanki.